Para la mayoría de las personas, el riesgo actual de contraer la viruela del mono es muy bajo. Es probable que los temores de que haya un brote de la viruela del mono para el regreso a la escuela sean exagerados.
(NOTA: esta evaluación de riesgo se basa en datos actuales. Como siempre, la actualizaremos a medida que se desarrolle la situación).
En el brote actual fuera de África, casi todos los casos de la viruela del mono han sido en hombres, con una incidencia mucho mayor entre hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBMSM, por sus siglas en inglés). Esto NO significa que esta sea una enfermedad que solo puede afectar a GBMSM. Por lo general, se necesita un contacto cercano de piel con piel para la transmisión, y esto puede ocurrir más fácilmente durante el contacto sexual. Si bien la transmisión podría ocurrir fácilmente fuera de las redes de GBMSM, la transmisión sostenida es más difícil que con los virus respiratorios y (con suerte) más factible de contener.
En resumen: En lo que va del año, se han detectado más de 14.000 casos de la viruela del mono en 70 países. La OMS declaró recientemente a la viruela del mono como una “emergencia de salud pública de interés internacional”.
A pesar del nombre, la viruela del mono no está relacionada con la varicela y no proviene de los monos. Sí que está en la misma familia de virus que la viruela, pero afortunadamente es mucho menos peligroso.
El tiempo medio entre la exposición y los síntomas es de alrededor de 9 días. Los síntomas pueden incluir síntomas virales típicos, como dolores de cabeza, dolores musculares y fatiga. Puede aparecer una erupción de ampollas llenas de pus o parecidas a granos en todas las partes del cuerpo, incluyendo la cara, los pies, las manos, los genitales y el interior de la boca. Las personas con viruela del mono son contagiosas hasta que se curan todas sus lesiones, lo que puede llevar varias semanas.
Teóricamente, la viruela del mono puede transmitirse a cualquier persona a través del contacto con fluidos corporales, con las lesiones de la viruela del mono o con la ropa/ropa de cama compartida, pero los datos epidemiológicos muestran que la transmisión actual se produce principalmente a través del contacto íntimo cercano.
Otra buena noticia es que ya tenemos vacunas efectivas para la viruela del mono, pero los suministros actualmente son limitados (pero se están incrementando).
Como aprendimos por las malas con el SARS-CoV-2, las predicciones, especialmente sobre el futuro, son difíciles. Es posible que aprendamos sobre una transmisión más amplia a medida que aumenten las pruebas, lo que cambiará nuestras evaluaciones de riesgo. Si bien debemos ser conscientes de no estigmatizar a grupos específicos, también es importante tener claro quién está en mayor riesgo para que las personas puedan tomar medidas para protegerse y para que los recursos para la prevención puedan orientarse de manera efectiva.
Cuerpo sano, mente sana.
Las Nerdy Girl
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Enlaces adicionales:
La viruela del mono: qué es, cómo se contagia, quién está en riesgo y cómo protegerse
