R. Lamentablemente, sí.
Más sobrevivientes de COVID-19 informan la pérdida excesiva de cabello después de la infección. Aunque esta complicación no se considera una de las consecuencias más graves del COVID19, la caída excesiva del cabello puede tener impactos en la moral y la salud mental durante estos momentos ya estresantes.
¿Por qué está pasando esto? Los médicos no creen que el virus esté causando directamente la caída del cabello. En cambio, es probable que se deba al impacto físico que sufre el cuerpo al luchar la infección con fiebres altas y otros síntomas. Como explica el Dr. Shilpi Khetarpal, dermatólogo de la Clínica Cleveland en los EE.UU., “Esencialmente, se trata de una pérdida temporal del cabello por una caída excesiva debido a un choque en el sistema. No es tanto un síntoma de COVID-19 como una consecuencia de la infección.” (enlace en inglés)
La afección, también conocida como efluvio telógeno (alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello muy llamativa durante un período de tiempo limitado en el tiempo y reversible), se ha observado en el pasado, después de episodios de enfermedad grave o situaciones muy estresantes. Hay tres fases en el ciclo de crecimiento del folículo piloso: anágena (crecimiento), catágena (en reposo) y telógena (desprendimiento). En un individuo sano, 90 a 95% de los folículos pilosos se encuentran en la fase anágena y el resto (5 a 10%) en la fase catágena y telógena, con una caída diaria de entre 100 y 150 cabellos. Sin embargo, aproximadamente 2-3 meses después de un evento traumático, el cabello cambia abruptamente a una fase de caída masiva, con el potencial de hasta un 50% de pérdida de cabello.
Aunque los vínculos entre el COVID-19 y el efluvio telógeno se basan en evidencia anecdótica de pacientes y médicos, el momento de la caída del cabello (2-3 meses después de la infección) sugiere que el trauma físico del COVID-19 puede ser el culpable. Todavía hay datos limitados sobre esto, pero los informes de sobrevivientes adultos de COVID-19 sugieren que la pérdida excesiva de cabello después de una infección puede ocurrir en todas las edades, e incluso entre personas que nunca requirieron hospitalización.
La buena noticia es que el efluvio telógeno suele ser autolimitado y dura unos 6 meses. Sin embargo, si tiene alguna inquietud o tiene otros síntomas después de la infección, consulte con su proveedor de atención médica.
El Universal
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