R: Más de 200,000 norteamericanos han perdido la vida debido al Covid-19.
Contar las muertes no le hace justicia a la memoria de cada individuo perdido o el impacto social en nuestras comunidades. Poner este enorme número en contexto depende en cómo enmarcamos esta gran cantidad de víctimas, nuestros prejuicios personales, y nuestra proximidad a la muerte.
El coronavirus es uno de los eventos de víctimas masivas más grandes de la historia con muertes desproporcionadas en los EE.UU. Estados Unidos representa aproximadamente el 4% de la población mundial y el 21% de las muertes causadas por el Covid-19. El Covid-19 ahora supera el número de muertos debido a los ataques terroristas del 11 de septiembre, al Huracán Katrina, a la Primera Guerra Mundial, a la Guerra de Vietnam y a la Guerra de Corea. El número es grande, sigue aumentando, y solo llevamos 9 meses en esta pandemia. Pero hay muchas cosas que podemos hacer para reducir el número de muertos si así lo deseamos.
La muerte de gente negra, la gente hispana, gente de la tercera edad, gente obesa, o con enfermedades crónicas no es justificable. La falta de acción hasta la fecha y la falta del reconocimiento público de la profunda pérdida de vidas han sido afectados probablemente por el racismo, la discriminación contra las personas con discapacidades, y la discriminación por edad que está profundamente arraigada en nuestra sociedad. La muerte de un médico blanco y joven es comúnmente recibida con protestas públicas, mientras que la pérdida de la gente negra o hispana que trabaja en una variedad de sectores esenciales permanece invisible para muchos. La discriminación basada en las habilidades y basada en la edad son dos prejuicios sistemáticos presentes en los EE.UU. Esto nos hace dar valor sólo a ciertas vidas y no a otras. Descontar las vidas de las personas mayores de edad y de las minorías para preservar las rutinas diarias de algunos es peligroso, está íntimamente vinculado, y es costoso para la sociedad.
Personas que han perdido a un ser querido o que interactúan con comunidades que han sufrido numerosas pérdidas son más probables en sentir los efectos inmediatos y a largo plazo de las muertes acumulativas. Puede ser difícil comprender el número de muertos si uno no ha sufrido una pérdida. Pero el peso de perder a un ser querido puede ser abrumador para sus amigos, familia, cuidadores, y profesionales en una variedad de industrias quienes interactúan con las personas que han fallecido y sus seres queridos.
Cada uno de nosotros tiene la capacidad de contribuir a enfrentar esta tragedia terrible. Es importante ser amable, ser consciente de sus prejuicios, y seguir protegiendo a sus familiares y a los demás.