Sí. Una revisión reciente de alto perfil confirmó que las mascarillas de alta calidad SÍ reducen la transmisión de COVID-19 y otros virus respiratorios.
Una revisión de Cochrane recientemente acaparó los titulares por concluir que no había “suficiente” evidencia de que las mascarillas son efectivas para reducir la transmisión de enfermedades respiratorias.
Varios artículos han señalado las limitaciones de esta revisión. Lea los enlaces a continuación para obtener críticas detalladas. A continuación, resumimos algunos puntos clave:
➡️ El estudio combinó diferentes tipos de mascarillas (quirúrgicas frente a N95), uso continuo frente a poco frecuente de mascarillas y diferentes entornos (atención médica, comunidades, escuelas).
🌬️ COVID-19 se transmite principalmente a través de aerosoles, pequeñas partículas que pueden permanecer en el aire como humo. Las mascarillas quirúrgicas están diseñadas para bloquear las gotitas (especialmente la saliva que podría salir de la boca de un cirujano hacia una incisión abierta). Estas mascarillas filtran aire por los costados y son mucho menos efectivas que las N95 para prevenir la transmisión por aerosoles.
Del mismo modo, no sorprende que el uso ocasional de mascarillas muestre pocos resultados, ya que solo se necesita una exposición para infectarse. Los centros de atención médica con muchas personas enfermas y oportunidades de transmisión también son muy diferentes de las comunidades donde la circulación del virus puede ser alta o baja durante el estudio. Cuando la transmisión es baja, es muy difícil mostrar el efecto de una intervención.
➡️ Casi todos los estudios revisados se realizaron antes de la COVID-19 (76 de 78 estudios). COVID-19 es MUCHO más transmisible que la influenza, lo que significa que es más difícil apreciar los resultados de la prevención de la gripe.
➡️ El estudio ignoró otros tipos de evidencia de que las mascarillas bloquean físicamente la transmisión de aerosoles.
Del mismo modo, tenemos mucha evidencia de la capacidad de las mascarillas para bloquear tanto la exhalación como la inhalación de partículas de aerosol que pueden transportar virus. (Para ver un ejemplo, consulte el artículo en este enlace).
Los “metanálisis” académicos que combinan los resultados de muchos estudios, como la revisión de Cochrane, están sujetos a muchos desafíos. Métricas y contextos que no son comparables pueden hacer que este tipo de estudios no sean muy informativos.
Las mascarillas (y las personas que las usan) no son perfectas, lo que hace que los beneficios sean difíciles de cuantificar en términos del mundo real. Los científicos analizan múltiples niveles de evidencia, y la evidencia física de mascarillas bien ajustadas que bloquean los aerosoles que transportan virus es sólida.
El personal de atención médica que atiende a pacientes con COVID es muy consciente de la protección adecuada, porque hay mucho en juego y funciona. Puede utilizar la misma tecnología para protegerse a sí mismo y a los demás.
LÍNEA DE FONDO:
A pesar del rumor de lo contrario, hay buena evidencia de que las mascarillas son efectivas para reducir el riesgo de transmisión e infección de COVID-19.
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