La expresión “deuda de inmunidad” es confusa e inútil.
No existe tal “deuda de inmunidad” para las personas. No es necesario infectarnos para protegernos de un contagio.
Cuantas menos exposiciones a patógenos durante la vida, mejor. (Tan sólo pregúnteles a las generaciones anteriores que sufrieron sarampión, cólera, polio, viruela, etc.). Para que los niños desarrollen un sistema inmunológico saludable, necesitan exposición a microbios “amigables” en el entorno natural (por ejemplo, la suciedad).
Los EE. UU. y otros países están viendo un incremento temprano y grave tanto de VRS (el virus respiratorio sincitial) como de influenza esta temporada, lo que afecta particularmente a niños pequeños y a hospitales pediátricos.
Se ha hablado mucho en el Internet de que estos altos niveles de infecciones respiratorias no relacionadas con COVID se deben a una “deuda de inmunidad” debido a la reducción de la transmisión durante los períodos de prevención de COVID. Si bien muchos se refieren al fenómeno a nivel de la población, algunos sugieren que los sistemas inmunológicos de las personas se han “debilitado” por no haber estado expuestos a estos virus.
Es cierto que COVID-19 interrumpió los patrones normales de circulación de muchos patógenos, incluidos la gripe y el VRS. Esto significa que más personas son “susceptibles” porque no estuvieron expuestas recientemente a estos errores. Por lo tanto, no sorprende ver niveles temporalmente más altos que el promedio de estos virus a medida que las interacciones sociales vuelven a la normalidad. Esto no significa que los beneficios generales de la reducción de la circulación de estos virus durante el COVID-19 se cancelaron ahora. Controlar la propagación de estos virus protege a las personas vulnerables, pero no crea una “deuda”.
El problema de fondo con el mal uso del término “deuda de inmunidad” es la distorsión entre la percepción de la inmunidad de la población versus los efectos sobre la inmunidad individual, lo cual ha traído mucha confusión. Algunos afirman que las medidas preventivas de COVID-19 pudieron haber hecho más daño que bien, y otros critican el mito de la inmunidad individual “debilitada” sin reconocer los efectos legítimos de “ponerse al día” a nivel de la población.
Como científicas, las Nerdy Girls se esfuerzan por explicar los matices. Más de un aspecto puede ser verdadero. Las precauciones por COVID-19 pueden contribuir positivamente en la salud pública y a su vez, ayudar a controlar la propagación de VRS e influenza.
LÍNEA DE FONDO:
➡️ Como sociedad, estamos “poniéndonos al día” en cuanto a los niveles de transmisión estacional de virus respiratorios que quedó interrumpida durante los últimos años. Es posible que los beneficios netos de haber controlado la propagación de estos virus continúen siendo altos.sand
➡️ Nuestros sistemas inmunológicos no se debilitan por falta de exposiciones virales.
Escuche la ciencia… ¡e ignore rumores!
Cuerpo sano. Mente sana,
Las Nerdy Girls