La violencia armada se ha convertido en una alarmante crisis de salud pública en Estados Unidos. Su precio va mucho más allá de los miles de vidas que se pierden cada año. Devasta familias y comunidades. Amenaza nuestra sensación de seguridad.
Datos básicos sobre la violencia armada en Estados Unidos
Según el informe de 2020 de los CDC y la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins sobre la violencia armada:
En un año (2020), 45.222 personas perdieron la vida a causa de la violencia armada. Más de 18.000 de las muertes fueron homicidios. 24.000 de las muertes se debieron a suicidios por arma de fuego.
La violencia armada afecta a todas nuestras vidas, pero algunos grupos tienen más probabilidades de ser víctimas directas que otros. Entre ellos se incluyen:
• Niños, adolescentes y adultos jóvenes menores de 25 años. La muerte por arma de fuego fue la principal causa de muerte entre los jóvenes en 2020. Para poner esto en perspectiva, los jóvenes menores de 30 años tenían casi 10 veces más probabilidades de morir por arma de fuego que por COVID-19 en 2020.
• Ancianos. La tasa de muerte por suicidio con arma de fuego es más alta entre los adultos de 75 años.
• Hombres. El 86% de todas las muertes por arma de fuego las sufren hombres.
El precio de la violencia con armas de fuego:
Para las personas que sobreviven, hay consecuencias individuales a largo plazo, entre ellas:
• problemas de memoria y pensamiento
• discapacidad física, incluida la parálisis
• dolor crónico
• problemas crónicos de salud mental, como el trastorno de estrés postraumático
• Ausencia en el trabajo y las actividades sociales.
Efectos en las comunidades:
La violencia armada afecta a la sensación de seguridad y protección de barrios enteros, comunidades y la nación en su conjunto. Para algunos, estos sucesos repercuten en las decisiones cotidianas.
La violencia armada se considera un problema de salud pública dada la magnitud del impacto y los efectos en la salud de las comunidades.
La buena noticia es que sorprendentes epidemiólogos están estudiando esta cuestión desde una perspectiva científica y sanitaria para que podamos tomar medidas.
Aunque no somos expertos en violencia armada, trabajaremos para que la ciencia en torno a la investigación esté disponible y sea comprensible.
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Cuerpo Sano. Mente sana.
Con amor,
Las Nerdy Girls