P: Si nunca hemos alcanzado la inmunidad colectiva con la influenza, la gripe o muchas otras enfermedades, ¿Por qué sería posible alcanzar la inmunidad colectiva con COVID-19?
R: Algunas enfermedades, tales como la influenza y la gripe, son más esquivas que otras cuando se trata de inmunidad colectiva.
Para ser candidato para la inmunidad colectiva, necesitamos una enfermedad causada por un virus específico. El virus tiene que ser fácil de reconocer por el sistema inmune; no puede mutar particularmente rápido; y se debe transmitir en un proceso que sólo involucre a humanos – no mosquitos o aves o clavos oxidados. El COVID-19 cumple con todos estos requisitos, por lo que todavía creemos que la inmunidad colectiva se puede lograr – eventualmente.
¿Por qué no tenemos inmunidad colectiva con otras enfermedades?
La influenza:
La influenza es la enfermedad viral más seria (por lo menos por población) que aún circula todos los años en países de altos ingresos. Aunque tenemos vacunas contra la influenza, no estaremos esperando la inmunidad colectiva con las vacunas que usamos actualmente porque a la influenza le encanta mutar. Se muta todo el tiempo a través de un proceso llamado deriva antigénica. Tiende a cambiar de manera que la vacuna del año pasado no ayuda al sistema inmunológico a identificar la versión del virus de este año. Esto significa que necesitamos actualizar nuestro sistema inmunológico una vez al año.
Encima de eso, los virus de la influenza circulan en varias poblaciones de animales, especialmente los aves y los cerdos. La versión de la influenza que afecta a las aves y los cerdos pueden juntarse e intercambiar material genético con las versiones que afectan a los humanos en una manera única, lo que conduce a nuevos tipos de influenza que toman por sorpresa a nuestros sistemas inmunológicos. Este es el escenario que algún día podría conducir a una pandemia de influenza. La gran pandemia de influenza de 1918 probablemente se originó en una población de aves silvestres en América del Norte (aunque nadie lo sabe con certeza).
Actualmente, unos científicos están desarrollando una “vacuna universal contra la influenza” que cubriría todas las cepas y todas las posibles cepas futuras. Eso serían noticias fantásticas. Actualmente se están realizando algunas pruebas clínicas. Hasta entonces, la inmunidad colectiva para la influenza no será posible porque las nuevas cepas continuarán escapando de las fórmulas de vacunas de los años anteriores. Sin embargo, sin duda ayudaría si más personas se vacunen contra la influenza… solo aproximadamente la mitad de las personas en los Estados Unidos se vacunan cada año contra la influenza. Cada nuevo caso es otra oportunidad para que el virus mute. Una cobertura de vacunación alta podría frenar el proceso de deriva (a través del cual el virus muta) y hacer que la vacuna de este año dure más.
La gripe común:
La gripe común no es causada por sólo un virus. De hecho, los síntomas que nosotros conocemos como “la gripe común” pueden ser causados por docenas de virus diferentes. Las vacunas son demasiado específicas a un virus único, y a veces a cepas de virus (como con la influenza). Así que para vacunarnos contra la gripe común necesitaríamos muchas vacunas! La mayoría de los casos de gripe común son causados por los rinovirus, pero existen más de 160 diferentes cepas de rinovirus circulando. Hasta ahora, el desarrollo de una vacuna universal de rinovirus — una que proteja contra todas las cepas — ha eludido a los desarrolladores de vacunas. Pero como con la influenza, los científicos están tratando de hacerlo.
¿Y la VIH?
Los científicos han estado tratando de desarrollar una vacuna contra el VIH desde que se descubrió la enfermedad. Pero ha sido difícil hacerlo. El VIH se puede esconder del sistema inmunológico del cuerpo. Una vacuna funciona dando instrucciones a nuestro sistema inmunológico sobre lo que debe tener en cuenta. Con el VIH, no hay instrucciones que dar. Es como dar instrucciones para buscar algo invisible.
En resumen:
Aunque no hemos alcanzado la inmunidad colectiva con algunas enfermedades infecciosas, hemos reducido la circulación de muchas enfermedades. Hace 100 años las enfermedades infecciosas eran la principal causa de muerte en EE.UU. El sarampión, las paperas, la rubéola, la Hib (Haemophilus influenzae tipo , la poliomielitis, la varicela, la viruela, la tos ferina (pertusis), la difteria, el tétanos, la rabia y la fiebre amarilla solían circular ampliamente en EE.UU. y en todo el mundo.
Pero las disminuciones no se deben a la inmunidad colectiva en todos estos casos. Por ejemplo, nunca obtendremos inmunidad colectiva contra la fiebre amarilla porque la transmiten los mosquitos. A menos que se pueda vacunar a los mosquitos de alguna manera, no se puede proteger a los no vacunados de la fiebre amarilla. Lo mismo en el caso del tétanos ya que no se puede vacunar a los clavos oxidados. Para estas enfermedades, siempre dependeremos de la protección a nivel individual y de conductas preventivas (como usar repelente de insectos y zapatos). En el caso de estas enfermedades, la vacuna lo protege a usted y a nadie más.
Alcanzar la inmunidad colectiva significa que incluso las personas que no están vacunadas nunca tendrán la enfermedad, simplemente porque nunca serán expuestas a ella. La viruela es el mejor ejemplo. Hicimos un trabajo tan bueno controlando la viruela que ya no vacunamos contra ella. Y, a pesar de eso, el número mundial de casos de viruela cada año desde 1980 ha sido: cero. La viruela ha sido erradicada del planeta mediante la vacunación. Este ha sido el ejemplo más exitoso de inmunidad colectiva.
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Enlaces adicionales:
Avances en vacunas contra la influenza
Vacuna para el resfriado común
¿Por qué no hay aún una vacuna para el VIH? | Ciencia | EL PAÍS (elpais.com)
OMS | Preguntas y respuestas sobre la fiebre amarilla (who.int)