https://dearpandemic.org/persistent-fatigue-after-covid/
R: Sí. Si bien, no hay una manera fácil de arreglar esto, existen formas para manejar y mejorar la fatiga post-viral.
La variedad de síntomas que se sufren por semanas o hasta meses después de ser diagnosticado con COVID-19 se conocen como “Síndrome Post-COVID”, “COVID prolongado”, o “secuelas de la infección aguda por el SARS-CoV-2”(PASC, por sus siglas en inglés). La fatiga es uno de los síntomas más comunes. No se ha encontrado que la aparición o gravedad del síndrome post-COVID se correlacione con el grado de enfermedad de la infección aguda. Incluso las personas que tuvieron un caso de COVID-19 asintomático pueden sufrir de COVID prolongado. A continuación veremos los detalles y describiremos diferentes maneras de combatir la fatiga.
Al igual que con otras infecciones, como la enfermedad de Lyme, el COVID-19 puede tener un período de alivio después de la fase aguda seguido por una recurrencia de los síntomas o incluso el desarrollo de nuevos problemas. La dificultad para respirar y la fatiga son los síntomas más comunes que se padecen con el COVID prolongado.
Un estudio de 128 personas en noviembre de 2020 usó la Puntuación de Fatiga de Chalder (Chalder Fatigue Score, CFQ-11 por sus siglas en inglés) para rastrear la prevalencia de la fatiga después de los diagnósticos de COVID-19. Esta es una herramienta estándar que se utiliza para medir la fatiga en entornos clínicos.
Las 11 preguntas de la CFQ-11 son:
¿Tiene problemas con el cansancio?
¿Tiene que descansar más?
¿Se siente adormilado o somnoliento?
¿Tiene problemas para iniciar las cosas?
¿Le falta energía?
¿Tiene menos fuerza en sus músculos?
¿Se siente débil?
¿Tiene dificultades para concentrarse?
¿Comete errores al hablar?
¿Le resulta más difícil encontrar las palabras adecuadas?
¿Cómo está su memoria?
Para puntuar la CFQ-11, se clasifica la intensidad de la respuesta de 0 (menos de lo habitual) a 3 (más de lo habitual). De manera similar a la escala de dolor que se usa para monitorear el dolor crónico, esta herramienta se puede usar para monitorear el nivel de fatiga de un individuo en lugar de compararlo con la experiencia de otros o para determinar la presencia de fatiga. Luego de realizar exámenes de laboratorio a los participantes, no se encontró que la fatiga estuviera relacionada a alguna enfermedad subyacente. El estudio reveló que más de la mitad de las personas experimentaron síntomas significativos de fatiga post-COVID 10 semanas después de su diagnóstico inicial.
Muchos factores, incluso la recuperación de una enfermedad viral, pueden contribuir a la fatiga. Por esa razón, el tratamiento de la fatiga es multifacético. Lo primero que debe hacer es eliminar o controlar las condiciones tratables que pueden haber ocurrido debido a la infección. La deshidratación, anemia, desnutrición, neumonía e hipoxemia (bajo nivel de oxígeno en la sangre) pueden ir acompañadas de fatiga y deben ser descartadas por un profesional de la salud. Las condiciones médicas y de salud mental preexistentes pueden empeorar la fatiga del COVID prolongado. Una vez que se hayan tratado estas condiciones, aquí hay algunas cosas que puede hacer para el mejor cuidado personal:
Descanse y duerma lo suficiente.
Si no se despierta por la mañana sintiéndose renovado, no está durmiendo lo suficiente. Esto es esencial para recuperarse de cualquier enfermedad. Su cuerpo requiere tiempo para sanarse. Apague sus dispositivos electrónicos, el televisor y la música por lo menos media hora antes de acostarse. Cuando no lo hace, su cerebro continúa procesando los estímulos incluso mientras duerme. Dele a su mente un descanso completo.
Haga un poco de ejercicio.
El movimiento ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo a través del sistema linfático. La contracción muscular y la respiración profunda ayudan a los ganglios linfáticos a bombear los desechos para su eliminación. Asegúrese de beber mucha agua mientras se ejercita para no deshidratarse.
Evite los estimulantes en la comida y bebidas.
Los estimulantes naturales en bebidas energéticas, la cafeína, los azúcares simples y los almidones le darán un impulso de energía, especialmente si está fatigado. Sin embargo, la baja de energía que viene después puede ser peor. Una buena nutrición proporciona energía continua para que no sienta la necesidad de un estímulo rápido.
Tómese su tiempo.
Mientras que se esté recuperando mantenga un nivel de actividad bajo. Tome las cosas con calma y evite ocuparse mucho aunque empiece a sentirse mejor. Su cuerpo necesita tiempo para recuperarse después de una infección viral. Nadie puede decirle cuánto tiempo necesita. Solo usted puede establecer sus límites.
Establezca una rutina diaria.
Establecer una rutina diaria con pequeñas cosas que cumplir le permitirán a su mente anticipar lo que sigue. Esta regularidad es benéfica y se utiliza en otros procesos de sanación, como en procesos de duelo. Trate de tener días tranquilos sin demasiadas cosas que hacer. Cumplir con pequeñas metas cada día le ayudará a sentir confianza en sí mismo y lo animará a hacer aún más cuando se empiece a sentir mejor.
Practique ejercicios mentales
La gimnasia mental no sólo cura, sino que también es divertida. Los rompecabezas, las adivinanzas y los cuentos que amplían su imaginación son una excelente forma de bajo impacto para pasar el tiempo mientras recupera su fuerza. La activación del sistema de recompensa en su cerebro aumenta la circulación de dopamina, lo que mejora la motivación.
Ríase.
La risa es una buena medicina y estimula la circulación de endorfinas naturales, los analgésicos del cuerpo. Los dolores corporales que acompañan a la fatiga se disiparán con más endorfinas circulantes.
Finalmente, hable con los profesionales de la salud si tiene preguntas.
#QueridaPandemia #covidprolongado #fatiga
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Enlaces adicionales:
“¿Qué es el síndrome de covid-19 prolongado?”
“Los pacientes con ‘covid prolongado’ no tuvieron síntomas inicialmente”
Enlaces de publicación original (en inglés):
Infographic: “Management of post-acute covid-19 in primary care”
