Pausa. Respira. ¡Mantengan la calma!
Y luego, ¡intenten alguna de estas estrategias! Lo importante es la preparación.
1. Usa las palabras correctas. Utiliza un lenguaje simple, honesto y claro para describir lo que va a pasar. No engañes a tu hijo haciéndole creer que va a ir a otro sitio o que va a hacer otra cosa. Por ejemplo, algunos niños no entenderán términos médicos complicados. Utilizar el término correcto, como vacuna o inyección, puede ayudar y hacerlo menos aterrador. Y diles cómo funcionan las vacunas. ¡Los niños son curiosos y entienden cuando les explicas claramente las cosas!
2. ¡Motiva! Piensa en lo que motiva a tu hijo y escríbelo. Puede ser una frase como “Soy fuerte”. O puede ser algo que le recuerde al niño por qué se está vacunando, como “Voy a visitar a mis abuelos durante una semana”. Si tu hijo está ansioso en ese momento, usar esta frase o afirmación puede ayudar a tu hijo a centrarse en el motivo por el que lo hace.
3. Hazlo divertido. Practica cómo irán las cosas con tu hijo. Para ayudarte a dar algunas ideas, mira los videos que los niños están haciendo sobre la vacuna o el especial de Plaza Sésamo sobre la vacuna (https://youtu.be/yPlhRUF2aXA). Cuando estés preparado para practicar, adopta una postura tranquila y relajada para transmitir a tu hijo que él también debe estar tranquilo y relajado. Recuérdale a tu hijo que puede hacer cosas difíciles, igual que lo ha hecho antes. Practica cómo se sentarán. Enséñales fotos de otros niños vacunados para que sepan cómo será. Recuérdales que se sentirá como muchas otras vacunas que han recibido y que sólo les dolerá un poco. Recuérdale a tu hijo que tendrá que esperar 15 o 30 minutos después de recibir la vacuna.
4. Si tiene miedo a las agujas, presenta gradualmente la idea de las agujas. Tal vez empieza por mostrarles una imagen de una aguja antes de ver un video de la aplicación de una vacuna. A continuación, aumenta el tiempo que mira la imagen o un video o lo que hablan de ella cada día. Una vez que se aburra de verlos, podría ser el momento de la situación real. Puedes llevar a tu hijo al lugar donde lo van a vacunar y ver si alguien los guía o ven cómo se vacuna otro miembro de la familia. Una vez que la experiencia deja de ser interesante, la ansiedad disminuye. Como dijo una vez un colega, “no se puede estar aburrido y ansioso al mismo tiempo”. Cuanto más se hace algo, menos nuevo y aterrador parece.
5. ¡Premiar la actividad! Después de que tu hijo reciba la vacuna, asegúrate de que tenga alguna recompensa. Puede ser un bocadillo, algo que quería, o simplemente tiempo de calidad contigo. No tiene por qué ser algo comprado, incluso puede ser ir a un parque o zona de juegos favorita.
6. Trae objetos reconfortantes. ¿Tu hijo tiene un juguete, juego, libro o peluche favorito? Todas estas cosas son buenas para llevar. Puedes pedirle a la persona que vacuna que practique primero la aplicación de la vacuna al animal de peluche. Las bolsas de hielo, los chicles, los juguetes y los dulces (¡el azúcar ayuda al dolor!) pueden ayudar a tu hijo a distraerse del pequeño dolor de la aguja. Si te preocupa que tu hijo se desmaye o necesite acostarse, una esterilla de yoga puede ser reconfortante para el niño.
7. Prepárate para el éxito. Crea las condiciones ideales durmiendo mucho, bebiendo agua y llegando con tiempo suficiente para no tener prisa. Si tu hijo se pone ansioso cuando hay otras personas, elige una cita temprano. A última hora del día y después de las clases normalmente hay más gente. Lleva bocadillos, mantas y cualquier otra cosa para estar cómodo, de modo que estés preparada para todos los escenarios (la espera, los llantos, la incomodidad).
8. ¡Reconoce y celebra! Dile a tu hijo que ha hecho un excelente trabajo . Recuérdale lo orgullosa que estás de que haya sido capaz de vacunarse y de que esté ayudando a otras personas.
Esperamos que estos consejos te ayuden a hablar de la vacuna con tu hijo y a prepararlo para recibirla.
Mente Sana. Cuerpo Sano.
Las Nerdy Girls
Agradecemos a la Dra. Aparna y sus colegas de el Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) por su orientación y formación.
Enlaces adicionales:
Cómo ayudar a los niños (y adultos) a sobrellevar el dolor de las inyecciones
Cómo ayudar a los niños que tienen miedo de ir al médico