El COVID prolongado es una condición de salud caracterizada por la persistencia de síntomas tales como fatiga, dificultad para respirar, confusión y dolor (entre otros) después de haber cursado un cuadro de COVID 19. La sintomatología puede
persistir desde el momento en que se origina la infección o puede comenzar dentro de los 3 meses posteriores del origen del cuadro y extenderse por al menos dos meses.
Los síntomas comunes incluyen fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva o “niebla mental”. Sin embargo, el dolor de cabeza, ansiedad, depresión y cambios en la audición, el gusto y el olfato son también parte del espectro del COVID de larga duración. La inflamación de ciertos órganos internos y la aparición de problemas cardiacos son, en ocasiones, parte de las secuelas de una infección e
incluso, los síntomas de origen persisten por mucho más tiempo que la infección misma siendo acompañados por otros malestares que van y vienen durante cierto tiempo. El COVID Prolongado, Persistente o de Larga Duración como lo conocemos
en Latinoamérica, se denomina también PASC (Post-Acute Sequelae SARS-CoV-2 Infection – por sus siglas en inglés).
Con la intención de contar con un entendimiento común del síndrome de COVID-19 persistente y con ello facilitar el diagnóstico clínico correspondiente, el 6 de Octubre de 2021 la OMS estandarizó la definición técnica para describir el COVID Prolongado: ”… la aparición de la condición posterior a una infección por COVID-19 probable o confirmada, generalmente durante al menos de 2 a 3 meses desde el inicio de los síntomas […] y que no puede explicarse con un diagnóstico Alternativo”.
Hoy en día, se estima que entre el 2 y el 10% de personas en recuperación en el mundo continúan experimentando el Síndrome de COVID Prolongado. Si usted considera que este podría ser su caso, le recomendamos comunicarse con su médico para seguir un tratamiento clínico. A pesar de que no existen directrices específicas al respecto, algunas modificaciones en su rutina diaria podrían ayudarle a controlar ciertas molestias. Las siguientes pautas pueden resultar útiles para tales fines:
🟡 Duerma lo suficiente mientras se recupera, aunque esto pueda significar la acumulación de mucho más horas de sueño de lo habitual para usted.
🟡 Planifique su día en torno a cuando tenga más energía y controle su ritmo. Priorice tareas.
🟡 Una rutina diaria puede ayudarle a administrar mejor su energía y regular su estado de ánimo, y a su vez, puede ayudar con la memoria.
🟡 Si tiene dificultades para ejecutar actividad física, busque el apoyo de un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional.
🟡 Mantenga contacto con amigos y familiares. Pida apoyo y aprenda a recibir ayuda. Lo necesita.
🟡 Únase a algún grupo de apoyo para pacientes con COVID Prolongado. Este síndrome es de lo más común hoy día, y existen muchos grupos en línea donde puede encontrar sugerencias y apoyo.
🟡 Y, por supuesto, si alguna vez experimenta problemas para respirar o dolor en el pecho, busque ayuda médica de inmediato.
Tener COVID-19 no es un fracaso moral, y tener secuelas de larga duración no lo convierte en sujeto de un juicio. Sea amable consigo mismo y tenga paciencia. Algunos días serán mejores que otros. La mayoría de las personas mejoran con el tiempo. ¡Así que ánimo y adelante!
Mente sana, cuerpo sano,
Las Nerdy Girls
Enlaces externos:
(En Español)
Afecciones posteriores al COVID-19
¿Pueden los niños padecer Covid a largo plazo?
(En Inglés)
