No espere. Vacune a su hijo con la dosis autorizada para niños de 5 a 11 años.
En resumen: Una dosis baja produce una fuerte respuesta inmunológica en los niños y puede tener menos efectos secundarios.
Esta es una pregunta recurrente. Recordemos que la dosis administrada se basa en el estímulo necesario para alentar una respuesta inmunitaria y minimizar los efectos secundarios, no en el peso corporal.
El caso de los medicamentos es diferente porque es necesario alcanzar un cierto nivel en el torrente sanguíneo para que sean efectivos. La vacuna, aún en una pequeña cantidad, es suficiente para alertar al sistema inmunológico sobre una amenaza y enseñarle cómo reconocerla en el futuro.
Los niños tienen respuestas inmunitarias fuertes y la dosis administrada a niños de 5 a 11 años produjo una respuesta inmunitaria tan favorable como la dosis asignada a niños de 12 a 15 años, que es mayor. Lo anterior se cumplió incluso en niños que formaron parte del ensayo y que estaban próximos a cumplir 12 años.
Los CDC y la Academia Estadounidense de Pediatría recomiendan NO esperar hasta que su hijo cumpla 12 años para recibir su primera dosis. Aún siendo una cantidad menor que la administrada a otros grupos poblacionales, la eficacia de esa primera dosis es la misma. Esperar es arriesgado, sobre todo con un conteo de infecciones activas en ascenso en gran parte del país.
Si su hijo cumple 12 años entre las dos dosis, los CDC recomiendan administrar la dosis correspondiente a los años cumplidos al día de la vacunación (es decir, una segunda dosis más alta). PERO si reciben la dosis más baja, no se considera un error, pues habrán completado su esquema inicial. (Cuéntenos cualquier anécdota que tengan al respecto).
¡No espere más, vaya a vacunarse!
Cuerpo sano, mente sana.
Las Nerdy Girls